Ayer fuimos a la casa de Armando Sepúlveda a la noche a cenar con la familia.
Lamentablemente llegamos tarde ( a eso de las 21 hs.) pero fuimos recibidos con mucho cariño, comimos un rico asado con comida blanda apta para mi dentadura destruida.
Mateo estaba muy cansado (venía de los escoceses) y se durmió finalmente a la medianoche.
Disfrutamos de una linda y larga conversación.
domingo, 16 de noviembre de 2008
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